¿2020?-¡No!, 2018.

Fiel a mi compromiso del pasado año de dejar una botella para beberla en el verano del 2021, decidí abrir hoy la última botella de esta buena añada. Es un vino, de esta gran bodega de Toro que compro todos años, al que he hecho un seguimiento durante 3 años. ¿Qué me he encontrado en este 2021?.

     El corcho sin ninguna alteración. Su color ha evolucionado a un amarillo pálido. Mucho más acerado que muchos 2020. Con una buena, abundante, gruesa y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa.

      En nariz expresivas frutas cítricas en sazón, floral, frutas blancas y complejidad.

      En boca muy untuoso, glicérico, elegante, equilibrado, muy frutal, fresco, con volumen, fino y manteniendo una viva y fresca acidez que invita a beber. Puede vivir 2-3 años más en plena forma. Elegante, fresco y frutal paso de boca. Es un vino largo. Me sigue dando 2,30 minutos en boca.

 

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