Un Valpolicella de 12.5º

Rojo de una tonalidad anterior al rubí, con ribete bermellón. Capa media-baja. Limpio, ni un solo poso y muy brillante. Corcho pequeño.

Primario en nariz. Da el toque frutal a mora y frambuesa, tiene algún tostado, hay canela, no encontramos madera y no detectamos excesiva mineralidad.

Boca agradable y típica que sin embargo carece de casi todo el alcohol habitual en los vinos de la zona. No hablo por supuesto de los Amarone, dotados incluso de hasta 17º. Un simple Valpolicella suele marcar 14º ó 14.5º. Fresco, jugoso y varietal y sin embargo algo corto. ¿Será por la molinara? Quién sabe.

Final intermedio.

Exótico. Un vino de 20€ Que cumple en su rango de precio.