Estamos en uno de mis restaurantes favoritos de Cuenca (EC), con amigos y familia, y vemos en la carta este verdejo español y por supuesto, nos lo pedimos. Lo sacan atemperado de su vinoteca, nos lo abren y esperamos unos 15 minutos hasta que alcanzó unos 10°C para su valoración.
VISUAL: Presenta un bonito color amarillo dorado con reflejos verdosos, de cierta evolución ya. Brillante y con una lágrima abundante y esbelta (88).
OLFATIVA: Los primeros aromas que nos vienen son de fruta variada. Encontramos manzana verde, algo de tamarindo y lichi, y un puntito cítrico de ralladura de limón. Enseguida asoman notas especiadas de pimienta blanca y unos frescos herbáceos de hinojo y grama recién cortada, todo acompañado por notas más minerales, como de canto rodado. Rica complejidad de intensidad media (87).
GUSTATIVA: Muestra un buen ataque, alta acidez y un tacto sedosito en el paso por boca, muy amable. Los aromas retronasales son marcadamente herbáceos con algún recuerdo especiado. Y en el post-gusto muy disfrutable, sabroso, con las notas herbáceas y frutales yendo y viniendo. Fruta blanca, heno húmedo, pomelo e hinojo, aportando sensaciones de ligera amargura final, para terminar con un elegante toquecito salino, muy rico. Nos dio una persistencia de un minuto y 15 segundos. Buen verdejo, de gran tipicidad (88).
La RCP atendiendo a su precio en España, sobre los 7 euros, la considero muy buena.
MARIDAJE: Acompañó varios entrantes: Unas ancas de rana con yuca y cremita de puerros, una cazuelita de camarones apanados con zuchinni, unas berenjenas rellenas de queso de cabra con pesto y un tartar de salmón. De plato fuerte nos pedimos un solomillo de cerdo a la naranja. Resultó un vino muy gastronómico, pero destacaremos la armonía con el tartar de salmón, una delicia amigos.
Salud-os!!