¡Soberbio!

La primera impresión es excelente, bonita caja portadora con cordón para su transporte, dentro un buen estuche que contiene a la botella, de 50 cl., perfectamente visible tanto la etiqueta como la contretiqueta.

Botella sobria y elegante.

Desapsulador abrefácil que elimina el precinto justo por debajo del gollete, cosa que no es habitual. Tapón clásico de jerez, pero de diseño.

Bonito color oro viejo, ámbar oscuro... Muy denso, glicérico, espeso. Mucha inercia al moverlo en la copa.

Lágrima leve pero consistente, densa. Aroma a confitura de naranja amarga, higos secos. Algo como a muchos aromas intensos, que me cuesta ir descubirendo, muy complejo.

Se va abriendo el vino o me voy abriendo yo la pituitaria... Ahora noto aromas como a orejones de melocotón, algo como a cierto disolvente, muy leve, nada desagradable, al contrario. Este vino me supera en el mejor sentido del término, para no acabárselo en sensaciones.

En boca es intenso, contundente, amplio, ¡muy rico! Excelente. Tantas sensaciones me abruman. Acidez, dulzor, un leve amargor, algo picante, ¡lo tiene todo! Hasta le noto cierta salinidad. En boca se suman los cuatro sabores básicos con los aromas que he notado en nariz, es impresionantemente rico.

Maridó perfectamente con un micuit artesanal francés con mermelada francesa de ciruelas mirabel y una lata de "foie gras de canard du Sud-Ouest" IGP.

 

 

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