Una joya de Jerez

Empezaré por las conclusiones: un vino único y maravilloso. Una delicia para degustar pausadamente y disfrutar.

Visual: Bonita y elegante presentación, en una botella de 50 cl con las formas típicas de Lustau presentada en una caja expositora de cartón negro grueso. Muy elegante, dan ganas de exponerlo en el mueble del salón (después de beberse lo de dentro, claro… :-)

En la copa, presenta un bonito tono ambarino medio, ni claro ni oscuro, brillante pero con cierta turbidez. Capa media o media-baja y ribete amarillento.

Nariz: Impresionante. Complejo. Maderas nobles y frutas pasificadas con notas de tabaco rubio, frutos secos, miel y mucho más. Recuerda a un oloroso dulce y a un moscatel, pero al mismo tiempo es diferente.

Boca: El éxtasis. Sorprendente, único. Si en nariz podía recordar a otros dulces de Jerez ya conocidos, en boca sin embargo resulta único, distinto a todo. Ligeramente dulce (sin abusar, nada empalagoso) y aterciopelado, destacan ahora mucho más las notas de frutos secos (nueces y avellanas), junto con miel de bosque, azúcar caramelizado, y mucho más. Su grado alcohólico no se nota en absoluto. Complejo, elegante, intenso, delicioso. Muy largo.

Una verdadera joya, todo un lujo de vino. Vinazo, excepcional. Si la perfección no es esto, debe parecérsele mucho.

Recomendado por 1 usuario

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar