Otra botellaza

Habrá quien diga que es un infanticidio, que es absurdo abrir estos vinos tan jóvenes, cuando se encuentran todavía duros, porque nos estamos perdiendo muchas cosas. Y seguramente tengan razón. Lo que pasa es que la carne es débil, y a decir verdad, a mí no me molesta beberlos así. Como dice un buen amigo, los buenos lo son desde el principio, tampoco creo que haya que darle demasiadas vueltas.

Intensidad, profundidad, estilo masculino a la par que elegante, complejidad, misterio, frescura, una de las mejores frutas de toda la Ribera y sí, también madera y alcohol. Es lógico, es que la lleva, también Armand Rousseau, muchos de los mejores Burdeos del mundo y Pingus. Incluso (dicen, porque no he tenido la suerte de probarlos más que en una ocasión, los vinos de la DRC). En fin, que al que no le guste, que no lo compre.