Todavía evolucionará.

Nueve meses después volvemos con este vino que probamos el pasado Agosto en el mismo restaurante aunque esta vez es en formato de 75 cls. Nos abren la botella 20 minutos antes de servirnos a 17°C.

VISUAL: Mantiene un precioso color rojo picota de capa alta con un ribete violáceo muy luminoso. De lágrima fina, abundante y ligeramente tintada (93).

OLFATIVA: En primer término encontramos una vez más notas acompotadas a mermelada de ciruela y olivada negra. En movimiento surgen aromas de flores azules, regaliz y algunos especiados de pimienta y clavo, vainilla y canela. También apreciamos apuntes tostados y ahumados así como recuerdos terciarios a roble, cacao en polvo y puro habano. Mantiene una gran complejidad con una intensidad media (88).

GUSTATIVA: En esta ocasión parece que el vino está un poco más evolucionado. Posee una alta acidez y los taninos dulcificándose, ya no resulta tan secante. De entrada es amplio y corpulento, con un paso por boca untuoso. Retronasal frutoso (mermelada de moras) con recuerdos especiados y balsámicos. Post-gusto carnosito con notas de cacao y madera que nos da una persistencia de 2 minutos y 30 segundos. Todavía evolucionará, no cabe duda, pero ha mejorado respecto a la última botella (89).

La RCP la mantendremos en buena.

MARIDAJE: En esta ocasión me lo tomé con un tronquito de salmón con verduras a la plancha. La verdad es que esas notas frutosas y especiadas y los apuntes salinos y grasos del salmón maridaron a la perfección.

Salud-os!!