Potente y elegante

Teníamos ganas de probar este vino que fue muy bien valorado por las guías de una D.O. francesa que desconocía, una de las sorpresas de este año sin duda. Un bivarietal además curioso syrah - garnacha. Formó parte de un trío de vinos para comernos un rico arrocito en mi casa:  Alonso del Yerro 2011, Bastide Miraflors 2015 y un Riesling Schlosböckelheimer Kupfergrube spatlefe 1985. Abrimos la botella una horita antes y catamos a 16°C:

VISUAL: Bonito color rojo picota de capa media-alta con el ribete violáceo muy luminoso. Lágrima muy abundante, densa, fina y transparente (92).

OLFATIVA: En nariz encontramos intensos aromas a mermelada de ciruelas. Al agitar la copa aparecen notas especiadas de pimienta y laurel, herbáceos de estragón, notas ahumadas, regaliz puro moro, chocolate negro, cuero curtido y unos sutiles y finos recuerdos amaderados supongo que provenientes de su maceración en demi-muids. De complejidad media y alta intensidad (91).

GUSTATIVA: En boca es muy rico, carnoso, muy mineral y de alta acidez. Los taninos a medio pulir le confieren carácter. Retronasal balsámico con aromas cafetosos y a cacao. Vino corpulento y de largo recorrido, con una persistencia de dos minutos y 50 segundos. Muy buen syrah, potente y elegante con interesantes aportaciones de la garnacha. Me ha gustado mucho y le auguramos una gran evolución en botella. Lo dejaremos un par de añitos mínimo y comentaremos (93).

La RCP la considero muy buena. Nos costó algo menos de 15 euros pero los vale.

MARIDAJE: Nos tomamos este vino con una arroz de pato con costilla, boletus y trufa negra. Le fue al pelo con el arrocito, sabores fúngicos y cárnicos en perfecta armonía con las notas balsámicas y minerales de nuestro caldo. Muy rico.

Salud-os!!