Esta vez, muy accesible

Amarillo pajizo con destellos anaranjados. Limpio y brillante. Burbuja muy fina.

Los aromas son primarios, femeninos y bastante delicados. Cítricos, flores silvestres, algún apunte mentolado, anises y mucha mineralidad.

Lo primero palpable en boca es su estructura vertical, su frescura, su limpieza de sabores, pero sobre todo su vinosidad. Muy buena acidez, carbónico integrado y muy elegante y poco alcohol. La dosis pedregosa en esta fase es aún mayor que en la anterior. Limones, uva, leves notas a frutos secos y panadería.

Final largo. Muy bueno y sorprendentemente más accesible que en ediciones anteriores. Degollado en febrero de 2019. 

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar