En óptimo momento de consumo: frutal, equilibrado, fresco y sabroso

Botella borgoña de etiquetado moderno pero austero a la vez.

Cápsula rojo claro que sale sola a presión con la mano.

Corcho de buena calidad y longitud media un poco bañado en vino rojo granate claro por algunas zonas unos milímetros y por otra, con una veta de unos 3 cm. Huele bien.

Sacado de vinoteca a 14ºC.

Servido en copas burdeos Schott Zwiesel.

Visual

Picota-cereza de capa media tirando a media-alta, ribete transparente con leves reflejos granates y atejados, limpio, brillante y de fina lágrima de rápida caída.

Buena visual, en un momento de evolución aparentemente óptimo. (8,3)

Nariz

De inicio bastante intensa pero que va a más con la aireación.

Tenemos fruta roja y negra, un punto especiado, balsámicos, herbáceos, algo de clavo de olor, un toquecito de chocolate negro, tostados, notas de granos de café, miel de mosto de caña de azúcar quemado, un pelín de vainilla y algún toque cárnico.

Buena nariz. Con evolución pero diferente a este mismo vino bebido hace 1-2 años. (8,7)

Boca

Ataque frutalmente maduro pero fresco a la vez, buena acidez, de volumen medio plus, densidad media, cuerpo medio y estructura media plus.

Parece un poco ligero a 12-14ºC pero a unos 16-18ºC tiene bastante más enjundia de lo que uno espera.

Paso por boca agradable, con taninos apreciables pero ya sabrosos y bastante bien redondeados.

Final de longitud media plus, con fruta roja levemente madura-ácido-amargosa, mentolados, con herbáceos de monte bajo, regaliz y un punto balsámico-especiado en un retrogusto y retronasal agradables.

Sin ser la boca de un vinazo es un vino muy bien hecho, equilibrado, bien integrado y redondo. (8,8)

En perfecto momento de consumo. Puede aguantar bien 1-2 años más pero creo que, ahora mismo, está en su mejor momento de disfrute.

Su PVP ronda los 7-8€ como máximo. Excelente RCP para lo que ofrece.