Vino encerrado en una  botella bordelesa que está vestida con una etiqueta que suma sobriedad y modernidad en su diseño. Demasiados grises. Correcto el corcho que la cierra.

         A la vista un color rojo picota y con notas violáceas de capa media-alta. Limpio y brillante. Buena, fina y lenta lágrima en su deslizamiento por el cáliz de la copa a la que tinta levemente. Ribete granatoso y con ligeras notas cardenalicias.

     En nariz  abundantes frutas rojas y modestas negras con mucha frescura. Madera de su crianza en segundo plano. ¡Viva la fruta en el vino!, y esta la tiene n abundancia. Notas balsámicas y de mineralidad.

     En boca, en un principio,  notas herbáceas y ligero monte bajo. Le falta algo de la abundante fruta percibida en la fase olfativa pues prometía mucho, pero aún así le encuentro correcto para su gama de precio. Tiene un volumen medio y con la madera de su crianza integrada y en 2º término. Cierta finura y elegancia. Fresco y con los taninos domándose. Tiene una acidez que le mantendrá en forma un par de años. El volumen de su alcohol equilibrado e integrado. Correcto paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,30 minutos.

     He acabado la botella en la comida y ha mejorado sensiblemente. Ha perdido  notas herbáceas y a ganado en complejidad.. Ha ido a mejor.

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