Vino encerrado en una botella borgoñona que está vestida con una etiqueta de diseño clásico y en la que predomina el color blanco. Veo que con referencia a la imagen que hay en Verema ha cambiado de etiqueta. Correcto el corcho que la cierra y personalizado con el nombre de la bodega.
A la vista un color amarillo dorado con muy buena, densa, abundante y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa. Limpio y brillante.
En nariz abundantes frutas de hueso, flores blancas, cítricos, leves tropicales y con una elegante madera francesa que no domina sobre las ricas frutas percibidas.
En boca es muy fresco, elegante, untuoso, glicérico, equilibrado, muy frutal, con la madera en segundo término. Mantiene una fresca acidez que invita a beber, beber y beber y que le otorgará 3-4 años más de vida en perfecta forma. Gratísimo, fresco, elegante, disfrutón y frutal paso de boca. Es un vino largo. Me da una permanencia de 2,45 minutos.
Es uno de los grandes de su D.O. y de Galicia. Me lo recomendó hace años un amigo de Pontevedra que tiene una magnífica tienda de vinos y ultramarinos finos muy cerca de la iglesia de La Peregrina. Cuando quiero comprar y probar vinos gallegos hablo con él. Saludos desde la Capital del Hojaldre, Torrelavega.
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