Una grata sorpresa en la D.O. Toro para mi.

Presentación sobria y elegante. Botella estilizada, con etiquetas y cápsula a juego; información de cata completa. Corcho de buena longitud y excelente calidad, flexible, manchado unos dos o tres milímetros por el lateral, señal de llevar ya un tiempo en botella.

Visual: capa alta, de color picota oscuro, reflejos más tono rubí. Lagrima gruesa y de caída lenta que tinta ligeramente la copa.

Olfativa: A copa parada, intesidad alta, notas muy claras de fruta compotada, tostados, especiado, toques reductivos que espero vayan desapareciendo con la aireación. Al ir oxigenándose, destacan notas de fina madera, fruta negra en compota, cacao, café, tabaco, tinta china, con un fondo especiado y balsámico muy presente. Un conjunto muy complejo. Me gusta.

Gustativa:  Entrada fresca, paso redondo, fluido pero con mucha presencia, acidez perfecta, con taninos que empiezan a ser maduros, pero todavía están bien presentes, fruta, maderas, tostados a raudales. Grato amargor elegante y final con recuerdos de crianza, café, cacao... muy largo y grato.

Muy buen vino. Lo esperaba más goloso y cálido, y no, el alcohol está perfectamente integrado y tiene una buenísima acidez. Se encuentra en un maravilloso momento de disfrute, pero tiene garra para aguantar bastante más en botella, esa acidez, esa estructura tánica y esos 14,5 %  lo garantizan.

 Un vino de los que nunca sobra ni una gota en la mesa.