Joven pero ya fantástico

Otra añada de esta bodega, Comando G, que elabora todos sus vinos siguiendo los parámetros biodinámicos, no tienen ni buscan la certificación, su motivación, más allá de moverse por criterios comerciales, persigue la calidad y el respeto por el medio. Son siempre vinos con una garantía, son siempre unas buenas garnachas madrileñas. Un vino tomado joven, ganará con el tiempo, comprado en avanzada, pero ya da muchas de sus exquisiteces, si lo aireas un tiempo. A pesar de todo es extraordinario. Color rojo claro, con ribete violáceo, brillante. En nariz aromas de fruta roja madura, notas minerales, especias y tierra mojada. En boca es fresco pero potente, con los taninos todavía presentes pero no molestan, fruta roja, un vino muy estructurado y muy buena acidez. Tiene un gran recorrido. Aparecen notas licorosas y especiadas con un sabor sutil, ligero que poco a poco va ganando en robustez y cuerpo. Conforme lo vas dejando airearse se va convirtiendo cada vez más en un vino elegante y redondo. Con el tiempo será aun más fabuloso. Fantástico.