disfruto de otra botella de este muy notable vino blanco.
En boca es de potencia media, pero resulta muy frutal, destacan las frutas blancas (manzanas, peras), también hay frutas de hueso maduras como el albaricoque , toques florales, vegetales y balsámicos, bastante compleja la nariz y sobre todo apetecible.
En boca es más de lo mismo, el paso totalmente equjilibrado y con mucha frutosidad, suave pero al mismo tiempo con caracter, vuelven las frutas y los balsámicos, redondeado y con excelente equilibrio, el final largo y con buena persistencia.
Un gran vino, sobre todo teniendo en cuenta que cuesta sobre los 10-12 €.
Color amarillo dorado claro con leves toques brillantes.
Aromas de buena intensidad donde destacan las frutas blancas y amarillas con mucha madurez y bastante sapidez, finos y sutiles tostados, vegetales, flores y toques de cítricos.
En boca tiene un buen recorrido, bastante agradable y fácil de beber, hay recuerdos frutales y algún tostados, también aparecen cítricos, el final no es muy largo, pero tiene buena persistencia y sobre todo agradable.
Es un vino facilón que se bebe muy bien, al que no hay que pedirle grandes cosas.
Una bodega que no suele defraudar y que tampoco lo hace con este blanco alentejano de variedades autóctonas de Portugal. De color amarillo dorado, nariz fragante con notas de fruta blanca de hueso, manzana, níspero, naranja amarga, bolleria, ahumados, sutiles florales y una marcada mineralidad de caliza y tiza.
En boca es carnoso, untuoso, muy rico, buena acidez, elegante mineralidad final, cierto carácter abocado y un final largo