Veinte años bien llevados

Rojizo con ribete teja. Capa media-alta. Limpio y turbio.
Intensidad aromática desde el inicio: mora, ciruela, cassis, monte bajo, grafito, caza, estiércol, pelo mojado, humedad y piedras.
Boca madura, pero con los detalles que definen a la nebbiolo (chiavennasca en la Valtelina): acidez, tanino aguerrido y un alcohol que, aunque integrado, continúa muy presente. Astringencia aún por domar. Paleta compleja.
Final largo.
Un vino con casi veinte años que nos ha proporcionado mucho placer. Se mantiene todavía arriba sin mostrar signos de fatiga.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar