Sven Enderle y Florian Moll tienen su bodega en Münchweier, en la región de Baden, en los bosques de Black Forest protegidos por los Vosgos. Hoy en día cultivan muy pocas ha, unas 2 propias y otras 7 de su amigo Manfred Enderle, la mayoría plantadas con Spätburgunder (Pinot Noir), algo de Grauburgunder (Pinot Gris) y un poco de Müller-Thurgau. Se conocieron mientras estudiaban en la Winzer Schule de Freiburg y tras estar trabajando por separado en diversas bodegas alemanas y francesas decidieron fundar su propia bodega en el 2007. Recuperan viñedos abandonados que cultivan en biodinámica, con el fin de elaborar vinos que transmitan el lugar de donde proceden, con un perfil muy fresco y delineado, con una acidez viva y un carácter mineral.