Cumple sobradamente. Veintisiete años muy bien llevados

Bebido en formato de media botella.
Dorado, glicérico, limpio y con brillo.
Aromas principalmente maduros: flores marchitas, limones en sazón, piel de melocotón, plátano, canela, pimienta, brioche, agua de azahar, mantequilla, toffee, café con leche y piedras.
Boca tersa, con un paso sedoso y armado. Conserva acidez y muestra un atractivo indudable. Estas chardonnays con años se tornan dulces y adquieren densidad. No son para todo el mundo, pero a mí particularmente me parecen muy agradables de beber.
Final perfumado.
Pues eso, en fase descendente, aunque quien tuvo, retuvo.

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