Botella ya cansada y, posiblemente, cocida

Corcho que se rompe en pedazos, toca filtrar vino y decantamos durante 3 horas.

Se observa bastante poso dentro de la botella.

Visual: rojo cereza-ocre de capa media-baja, infinitamente más apagado y con menor capa que el vino que recordaba de hace pocos meses, ribete atejado-transparente, limpio, no brilla mucho y con bastante lágrima de lenta caída.

Se nota muchísimo más evolucionada esta botella que la anteriormente catada (siendo el mismo vino y añada).

Nariz: algo plana, de intensidad media-baja con muy poca fruta roja y negra ya (sólo atisbos), algunos balsámicos, herbáceos, muchas flores marchitas y ajadas (cementerio), ligeros tostados leves y puntas suaves ya de acético que, junto su baja intensidad y definición de aromas y lo plano que anda, muestran un vino (el de esta botella concreta) en claro declive ya (en caída libre y sin frenos).

Nariz claramente de vino clásico que, por circunstancias (sus 23 años, el corcho, su trazabilidad, etc), está ya en claro declive.

Contraste brutal con la nota de cata de otra botella catada hace pocos meses y que, en aquel caso, estaba más joven de lo esperado y pletórica en nariz y boca.

Boca: ataque de cierta frescura y acidez, con algo de fruta leve aún, tostados y balsámicos y con más estructura, cuerpo y densidad de lo esperado a tenor de la nariz. Se sostiene en boca aunque, obviamente tampoco está ya en el mejor momento de consumo como ya aventuraba la nariz. En boca no se nota el acético y, aunque es un poco delgado y plano, todavía es bebible. El final es medio-corto con notas mentoladas en retrogusto y en retronasal algunas flores marchitas, laurel, regaliz y muy poco más para un final más bien discreto en un "quiero-no-puedo".

En este caso, no podemos decir lo mismo de este vino-añada. Si en la botella anterior todo eran sorpresas positivas, alabanzas y parabienes, en ésta el vino, aunque con acidez y todavía vivo, ha estado muy por debajo de lo esperado: plano, soso, sin nervio ni garra, varios escalones por debajo y, dejándonos de más explicaciones: pasado y en clara fase de declive.

EMHO, me da la impresión de que esta botella, al contrario que la bebida hace meses, antes de ser adquirida por mí, ha sufrido mucho durante una fase de su vida (mala trazabilidad) y que está, literalmente "cocida" (exceso de luz, calor, contrastes térmicos, estar al sol, etc).

Una decepción pero, al fin y al cabo, es el riesgo que supone cualquier vino y más si es ya de cierta edad: que salgan botellas en declive o que no estén ya en el mejor momento de disfrute.

No puntúo RCP en este caso.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar