Treeeeeeeeeemeeeeeeeeeeeeeeeendooooooooooooooooo!!!!

Menuuuuuuuuuuuuuuudo pepino.

Un nariz espectacular con fruta roja y del bosque a saco, una mineralidad que parece que estés en mitad de una mina de pizarra, unos balsámicos y herbáceos que te hacen pasera por la viña un día de lluvia, con una frescura increíble. La madera está de fondo, muy de fondo, con unos tostados sutiles. Afloran las especias más picantes, sotobosque y otro cañonazo de fruta, con ese contrapunto de raspón y flores.

En boca ya es para cagarse, porque toda esa frutaza se desliza por la boca con una elegancia y sedosidad tremendas, con una acidez afilada, pero que no molesta. Hay muuuuuuucha mineralidad presente, con los verdores del raspón muy controlados y redondos. Aparecen flores, especias picantes, pero nada molestas y frutaca otra vez. El tanino es rugoso aún, pero nada molesto ni "enciero". Es muy sápido y triste. Triste

Dios, más vinos de este estilo por favor, que son un auténtico canto a la viña, al vino, a la tierra que lo ha visto nacer. Y con un recorrido tremendo, lo que le queda por darnos.

P.D.: Vaya, veo que ha sido mi cata 500 y me alegro que haya sido con este vinazo!!!!!

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar