Sorpresa mayúscula: muy buen vino, desconocido, pero tremendo ahora mismo

Corcho que se parte al extraer en dos pero que no se deshace y todavía tienen (sus dos partes) buena consistencia.

Decantado casi 6 horas antes de consumirlo y mantenido a unos 16-18ºC (temperatura ambiente en invierno en cualquier vivienda moderna dentro de estancias que no estén calefactadas).

Visual: rojo picota casi cereza de capa media, ribete anaranjado-transparente que denota sus 22 años de vida, brillante y relativamente limpio (salvo algo de poso, que se ve en el ribete, de la última copa servida desde el decantador) y buena y abundante lágrima ancha de lenta caída.

Nariz: de muy buena intensidad a fruta roja y negra madura pero con mucho frescor aún, balsámico-mentolados poderosos, herbáceos, flores marchitas, pimienta negra, regaliz, trufa blanca, setas, champiñones, maderas finas, vainilla, coco, sotobosque y suaves cueros. Muy complejo, fresco, equilibrado, elegante e intenso en la olfativa (nariz sorprendente para muy bien).

Boca: ataque de buen volumen, suave y sedoso, fresco, elegante, todavía frutal pero con gran fondo de maderas excelentemente integradas, buen cuerpo y estructura, excelente acidez, media densidad, más bien ligero y ágil en el paso por boca, tanino aún presente en mucosas pero, en términos generales, ya bastante elegante y pulido. Final largo, frutal, con fondo atrufado y de maderas en estupendo retrogusto junto a herbáceos, vainilla, flores marchitas y regaliz que dejan una retronasal de excelentes sensaciones.

La etiqueta no la conocía, el vino no me sonaba de nada, lo encontré a un precio muy bajo (en liquidación) en otra tienda de vinos, no esperaba nada especial y me ha sorprendido gratísimamente. En este caso sí "habló la copa".

A tenor de lo experimentado, saco como conclusión que es un muy buen exponente del "Rioja clásico" de la década de los 90, en un momento de consumo óptimo, con una evolución colosal, una estructura y acidez fantásticas, y un cuerpo de una elegancia que no muchos Riojas Reservas de 1994 van a ofrecer (salvo los de verdad grandes). Con mimbres para aguantar bastantes años todavía en botella.

Su PVP, buscando en páginas de vinos de colección, sería de unos 14€ (aunque a mí me costó bastante menos). La RCP me parece de diez, excelente. No se puede pedir más a un vino de 14€, con 22 años y en este tremendo estado de forma.

  • Viña Mindiarte Reserva 1994

    Viña Mindiarte Reserva 1994

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