De color rojizo granatoso de capa media-alta, cerrado, más oscuro que la mayoría de cosechas análogas. Reflejos grandinos y anaranjados, brillante, muy limpio, sin asomo de precipitados. Ribete estrecho, cobrizo, diferenciado del menisco.
Aromas de media intensidad, sin excesos, sin fisuras, íntegro, falsamente discreto, del todo integrado. No tiene un solo elemento que destaque por encima de otro. Puro orden, preciso, alejado de lo que estamos habituados aunque sigue siendo un Imperial absolutamente reconocible como pocas añadas. Carece de altura pero todo lo demás es de matrícula. El núcleo principal es compacto como un tronco: tabaco de pipa, higo turco, cascarilla de naranja y un fondo discreto a vainilla y tostados. Suave, sin altibajos (sobre todo con pocos altos).
En boca algo más brillante y vivo. La primera impresión es de vivacidad, presencia, que va disminuyendo al paso. Carnoso, amplio, apalancándose en una buena cantidad de fruta en compota que desila al conjunto un matiz de dulcedumbre muy interesante pero que no va a más. En un momento de vacas flacas Cvne fue capaz de sacar al mercado un vino digno que sigue dando guerra. No dejará huella pero ya quisiéramos que el resto de bodegas riojanas fueran capaces de hacer algo parecido. El esfuerzo merece la pena.
Más información del vino: http://vinosclasicos.blogspot.com.es/2015/02/imperial-1991-gran-reserva.html