Buen vino en momento de óptima madurez (aunque con pretensiones algo elevadas a tenor de su nombre)

Buena botella bordelesa de hombros ligeramente anchos. Etiquetas modernas con información suficiente en la contra. Corcho de buena longitud y no excesivamente bañado en vino rojo picota granatoso por el interior, pero que, sin embargo, se parte en dos al extraer con sacacorchos de dos tiempos. Toca sacar la otra parte con sacacorchos de láminas y filtrar/decantar un buen rato (más de una hora).

Servicio a unos 17-18ºC.

Visual: rojo picota claro de capa media tirando a media-alta, ribete ligeramente atejado transparente que empieza a ser relativamente normal en un vino de autor semicrianza con 8 años ya; limpio, brillante y de buena y ancha lágrima de rápida caída.

Nariz: de buena intensidad a fruta negra madura casi en licor, uvas pasas, dátiles maduros, regaliz, especiados, finas maderas, clavo, vainilla, canela, herbáceos, tostados, chocolate, notas a toffee y a monte bajo, buenos balsámicos, ligeras notas vegetales (que le aportan un ligero frescor dentro de su perfil más bien cálido) y en el fondo, de forma importante, aromas amielados. Nariz compleja, madura y, como comentaba, más bien cálida para un vino de Rioja: algo evolucionada pero sin aromas animales ni cueros (tiende más a evolucionar a aromas dulzones que a reductivos).

Boca: ataque de potencia y densidad medias a fruta madura, de buen cuerpo y estructura media plus, se nota más fresco en boca de lo esperado (a tenor de la nariz). Tiene aún buena acidez dentro de su madurez. Es un vino no muy grueso en la entrada pero en el paso se va expandiendo y es sabroso y fácil de beber. Tanino presente aún pero ya, en general, bastante fino, dulce y pulido. Final largo a frutos maduros, especiados, uvas pasas, amielados y algo de toffee y chocolate que lo redondean muy bien.

Con cierta evolución en visual, con una nariz cálida y una boca madura pero algo más fresca que la nariz, se nota que estamos ante un vino de la Subzona de Rioja Baja: primero por la importante proporción de garnacha que tiene el vino (50%), y segunda por el perfil más cálido, mediterráneo y de menor acidez comparativa respecto a otros vinos de las Subzonas de Rioja Alta y Rioja Alavesa.

Con una crianza de "sólo" 8 meses, a sus 8 años, es un vino ya maduro y para beber y disfrutar ya. Podría, quizás, aguantar aún 3-4 años más en botella bien conservado, pero yo no me arriesgaría y lo tomaría en no más de un año. De hecho, en su contraetiqueta habla de consumirlo nada más salir al mercado ó, como mucho, guardar durante 4 años (lo que implica que, contando con la crianza, el tiempo mínimo en botella, etc, el vino debería haberse tomado, como muy tarde en 2013-2014 y estamos ya acabando 2016... pasándonos 2-3 años del plazo que la bodega daba al mismo).

Es un buen vino, cuyo PVP ronda los 10-11€, pero que tiene más nombre que lo que realmente es luego por contenido (tiene una crianza más bien corta y un corte más bien maduro y de una longevidad razonable para ser un semicrianza pero que tampoco es precisamente, por su calidad, para tirar cohetes, y menos, para apellidarse Excelsus).

Correcta RCP.

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