No llega al nivel de anteriores añadas

Dorado, limpio y luminoso.
Los aromas de los primeros días no terminaban de afianzarse. Hoy lo hemos visto algo mejor, aunque mantiene una cierta indefinición. Encontramos matices dispersos que vienen y van: flor marchita, fruta escarchada, cítricos, anís, mentolados, un deje lácteo más intenso que en anteriores ediciones, humedad y una ligera mineralidad.
La boca tampoco termina de convencernos, posee acidez, pero el alcohol (pese a los 12.5º que marca) lo notamos disparado. La madera tampoco nos parece muy integrada y al igual que en la fase olfativa, detectamos picos que hacen que cada cosa vaya por su lado.
Final de intensidad media que deja recuerdos a barrica.
Quizá se deba a la calidez de la añada, a que haya salido recientemente al mercado o porque esté en una fase "tonta", algo a lo que nos tiene acostumbrados la bodega, pero desde luego que de momento no llega al nivel de las últimas cuatro o cinco añadas. Como me quedan más botellas, opto por no puntuar esta vez y así poder estudiar su evolución.