Para no beberlo Solo una vez

Porque es un vino que engancha, con una elaboración curiosa, que no me suena haberla probado antes.

La nariz tiene esas notas como de crianza biológica, con frutos secos, algas, ahumados, notas salinas, pera de agua, azahar, tiza y notas herbáceas. Es elegante, fragante, con toques como de cáscara de cítricos y manzana.

En boca el paso es seco, con los frutos secos, una buena acidez, esos toques ahumados y salinos, que chocan con los toques cítricos y florales. La fruta es tímida, pero aparece con toques de manzana y, sobre todo, pera de agua. Las notas herbáceas le dan frescura y la mineralidad más complejidad si cabe, con un toque de pimienta blanca que aparece al final.

Me ha gustado mucho este vino y esta elaboración, que se ve que era típico hasta el s.XVII, antes de las criaderas. En la etiqueta pone Vino de Calidad.... y hace honor a ese apelativo.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar