Excelente, una botella más, catada con 5-6 semanas desde su apertura

Otra botella más.

Ésta la he catado llevando más de un mes abierta en nevera (copa, tapar, copa, tapar,...)... es decir, no la cato recién abierta si no con ya unas cuantas semanas de oxidación.

Visual

Anaranjado oro viejo de capa entre media-baja y baja, limpio, brillante y con buena lágrima, no muy abundante pero sí fina y lenta en su caída. (9,5)

Nariz

De elevada intensidad a ligera fruta blanca muy madura (pera de agua) que no había sido tan capaz de percibir en ocasiones anteriores, aldehídos, etanal, yodo, salinidad importante, frutos secos tostados, flores blancas y amarillas muy marchitas (de cementerio), balsámicos, laurel, regaliz, tiza (tierra albariza) algo húmeda, velo de flor, bota vieja jerezana y sutilísimos acrílicos y barnices.

Sorprendentemente, lo encuentro más frutal que cuando lo descorché (percibo mucho más la pera de agua y mucho menos las notas terciarias a maderas viejas, barnices y acrílicos). Camaleónico e interminable este Fino de Marcharnudo (no muere ni quedando 125 ml en la botella y estando así, tapado, pero ya en contacto con el oxígeno semanas en la nevera). (9,6)

Boca

Ataque maravillosamente sedoso y suave, fino y seco a más no poder, superlativamente salino y mineral, de buena densidad pero sin excesos, volumen y cuerpo elevados para un fino, complejo y, aunque lo conserva parcialmente, ha perdido ese carácter tan punzante que tenía hace más de un mes (cuando abrí la botella); generoso que se ha redondeado notablemente en boca,  muy sabroso, sequísimo pero que se bebe sin sentir de lo elegante que se ha vuelto. El paso por boca es tremendamente refinado: soberbio.

El final es larguísimo, casi eterno, extremadamente seco, algo punzante y muy amargoso con notas a frutos secos tostados (avellanas y almendras algo amargas), regaliz y balsámicos en un salino y mineral retrogusto enorme; en vía retronasal reaparecen las sensaciones del retrogusto y se añade esas notas a maderas viejas jerezanas, flores marchitas, tiza, velo de flor jerezano, ligeros barnices, pegamento y laurel que lo redondean excelentemente bien. (9,7)

Grande este fino con 22 meses desde su saca (junio de 2016).

Sigue estando en forma todavía pero con una complejidad y elegancia superlativa: diría que, aunque conserva algo de fruta acuosa, se está amontillando de forma apreciable (en buena parte, por todo el tiempo que lo tengo ya abierto: más de un mes).

Gran vino de excelente RCP (del que me queda alguna botella más a la que iremos dando algo de cancha para volver a probar en el futuro).

 

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