Magnífico cava.

Y vamos con el tercero de los vinos de la cena de Nochebuena, un clásico ya en nuestra mesa. Se trata de un Recaredo con 113 meses de crianza (9 años y 8 meses), ahí es nada. La fecha de degüelle que aparece en su etiqueta es el 18-Oct-2017. Por otro lado quiero comentar que después de leer muchas valoraciones decidí comprar varias botellas como regalo a mi familia. Lo abrimos y dejamos respirar por una hora. Después la conseguimos sacar a 8°C jugando con la nevera y los tiempos. Tapón perfecto, ensanchado a lo bruto tras su apertura y muy compacto.

VISUAL: Posee un color amarillo dorado de baja intensidad, cristalino y brillante. Sus burbujas finas repartidas en infinidad de rosarios centrales (91).

OLFATIVA: En nariz es impresionante. Notas de cítricas de lima y de fruta blanca, pera y lichie, florales de azahar, herbáceos de hinojo, apuntes de bollería, pan tostado y algo de crema inglesa. Es un sin parar de aromas los que se van encontrando, fruta escarchada, frutos secos, membrillo y un final mineral de canto rodado. Espectacular bouquet, elegante, complejo y de buena intensidad (93).

GUSTATIVA: En boca se desmelena el león, se muestra poderoso, con un ataque espectacular, alta acidez, increíble amplitud con notas cítricas muy frescas. El carbónico está integrado de un modo magistral transmitiendo una sensación de cremosidad y equilibrio increíbles. En retronasal aparecen de nuevo las notas de fruta blanca, los aromas a panadería y los apuntes amargos tipo amaretto. Post-gusto salino y mineral con notas calizas. Persistencia de casi tres minutos, minutos de gran disfrute. Está perfectamente ensamblado aunque aún puede evolucionar los próximos cuatro o cinco años sin despeinarse, estoy seguro. Magnífico cava para recomendar abiertamente y que año tras año nos sorprende (95).

La RCP fue excelente pues por 23 euros tenemos un cava que mejora abiertamente la calidad de muchos champagnes de mayor coste.

MARIDAJE: Lo guardamos para el final, para tomar con los carabineros. Un maridaje exquisito ya que su tremenda complejidad potenció los sabores de nuestro marisco, un placer absoluto que recordaré sin duda por mucho tiempo. Si nos concienciamos de que ha estado casi 10 años esperando a ser consumido es cuando realmente podemos apreciar su valor, algo difícil de encontrar en estos tiempos que corren. Enhorabuena a la bodega por su buen hacer y por estas joyas que nos regala.

Salud-os!!