Color rojo picota oscuro, menisco marronaceo, capa alta, limpio, brillante, lágrima densa y persistente.

En nariz tiene buena intensidad de aromas con predominio de fruta negra y roja muy madura, algo de pimiento verde, notas de crianza con buenos tostados, también minerales.

En boca tiene una buena estructura, con presencia de fruta negra, intenso, elegante, buena acidez, taninos bien integrados formando un vino que ha seguido una gran evolución quedando algo goloso y complejo. Buena persistencia.

Un año muy complicado por muchas lluvias sobre todo al final de la cosecha que obligó a disminuir el porcentaje de bobal (solo 20%) en favor de shiraz.

Probado en cata vertical y me resultó de lo mejor.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar