Estructura, acidez y tensión

Picota oscuro con borde teja y reflejos marrones. Capa media-alta. Limpio y todavía con algo de brillo.
El vino fue abierto una hora antes y metido en frío. No hubo mucho problema con el corcho. En nariz, desde el primer momento ofreció un gran abanico, mostrando incluso notas primarias: cereza y otras frutas negras, regaliz, tabaco de pipa, After Eight, hojarasca, cueros, sangre, madera húmeda y piedras.
En boca percibimos un considerable armazón sustentado en una todavía palpable acidez. El alcohol y la barrica, perfectamente integrados. Paso tirante, fluido y masculino. Los terciarios aún no son protagonistas.
Final largo y complejo.
Estos villages e incluso genéricos de negociant con cincuenta, sesenta e incluso setenta años no dejan de sorprendernos, mantienen viveza y sobre todo, lo que es más importante, carácter varietal, lo de que los viejunos confluyen no siempre se cumple, al menos con Borgoña. Aquí en España son casi imposibles de encontrar, pero tenemos un amigo que siempre tiene algún as en la manga...