.....es lo que costó esta botella de vino, pues me la regalaron por comprar un kilo de magníficos bocartes del Cantábrico.
Vino que está encerrado en una botella bordelesa y vestida con una etiqueta de diseño anticuado y cerrada con un corcho de silicona porosa.
A la vista un color amarillo verdoso, limpio y brillante. Buena y gruesa lágrima que se desliza con pereza por el cáliz de la copa.
En nariz notas de la variedad, leves cítricos y frutas tropicales con una intensidad media baja.
En boca es varietal, untuoso, con notas cítricas. Mantiene una acidez que invita a beber y que le dará algún mes más de vida. Correcto paso de boca. No es largo. Me da una permanencia de 1,30 minutos.
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