Sigue siendo Grande.

Dos años justos han transcurrido desde que bebí la anterior botella, por desgracia esta es la última. ¿Que me he encontrado?.

     No describo su presentación por haberlo realizado anteriormente. El Corcho en muy buen estado y abierta la botella con sacacorchos de láminas.

    A la vista un color amarillo un poco más dorado que la vez anterior. Muy limpio y brillante. Con muy buena, gruesa, abundante y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa.

    En nariz notas de su paso por la madera, pero sin abusar. Abundantes frutas blancas y elegantes cítricos. Agradable mineralidad.

    En boca es muy elegante, sedoso, untuoso, glicérico, equilibrado, corpulento, con volumen y llenándote la boca con agradecimiento. Mantiene una fresca acidez que invita a beber y beber y que le puede dar más años de vida. ¿Otros 3-4 años?. Creo que sí. Elegante, frutal, sedoso y mineral paso de boca. Es un vino muy largo. Me sigue dando un poco más de 3,20 minutos.

     Manteniéndome en el anterior comentario, la permanencia durante estos años en botella le ha venido divinamente.

¿Quién dijo que los balncos españoles no viven?. Este vino es un ejemplo de que no es verdad. El problema es que algunos no saben elaborar.

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