Ahora sí!

Aunque tus mejores días están por llegar aún. 

Pero hay que decir que es tremendamente placentero, intenso, potente, juvenil, pero con una fruta de mucha calidad y una mineralidad que se masca. Y de eso ya te das cuenta en nariz, con una frutos del bosque intensa, roja y negra... Esas fresas, esas moras, unas cuantas bayas por ahí, frambuesa... Y toda esa fruta jugosa, madura, pero con un toque muy fresco, sin alcanzar una madurez golosa. Los tostados también surgen con fuerza, con cacao, pimienta negra y jamaicana, café, acompañado todo de monte bajo y balsámicos en forma de regaliz y un suave mentolado. Es fresca, potente, con un toque de flores azules y que te dice que aún tiene mucho por ofrecer.

La boca tiene una entrada jugosa, carnosa, con una acidez aún afilada, pero una madera que ya no está tan presente y el tanino más redondo, aunque mantiene su carácter rugoso. La fruta es lo que manda en este conjunto, carnosa , quese masca y tiene un toque ácido que hace salivar, pero gracias a la madurez, no te deja esas notas verdes que noté hace año y medio. El cacao, café torrefacto, la pimienta negra y el clavo están en un segundo plano, con una madera mucho más fina, balsámicos y esa mineralidad que había notado en nariz. Nuez moscada, flores, frutos del bosque, ahumados... Es laaaaaaaaaargo y con nervio. Su esqueleto y estructura, unido a su acidez y fruta, te dicen que este vino tiene mucha chicha y futuro para crecer.

Aún así, no llega al nivel de 2010, pero sí que se acerca al de 2011.

Hay que esperar (y fijarse bien en la etiqueta antes de abrir xD)

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar