En plenitud frutal y mineral

Rojo rubí, ribete rojizo, capa media.
Nariz intensa y fragante que sorprende desde el primer momento por su limpieza de registros. Notas de flor seca, frutos rojos en licor, trazas de tabaco y ahumados, un liviano fondo terroso más típico de los vinos del cercano Pommard, un marcado carácter mineral y de regalices además de recuerdos especiados. Complejo.
En boca resulta igualmente fresco y directo, con una magnífica acidez y un paso redondo y con peso, dejando en el final sensaciones de frutos rojos, ahumados, especias y esos tonos terrosos y minerales, con un tanino que todavía se nota pero que ya está muy bien integrado. Buena persistencia.
Los vinos de Pierre Bouree casi siempre responden y en este caso hablamos de un Beaune de un viñedo 1er Cru cercano a Pommard, vino de raza y en plena forma, que se encuentra en perfecto momento de consumo e incluso con algún recorrido más. Con ese estilo clásico del productor, un gran Borgoña en cualquier caso. Unos 40 euros, buena RCP.