Todavía vivo, suave y redondo

Botella alargada tipo Rhin totalmente atípica en la mayoría de vinos tintos pero característica de este vino.

Corcho de longitud media relativamente poco bañado en vino de color rojo picota granatoso.

Visual: rojo picota claro de capa media tirando a media-alta con ligeros destellos ocres, ribete cereza-transparente con sutiles destellos anaranjados (menos de los esperados), limpio, brillante y de buena lágrima.

Nariz: intensidad media; frutos rojos y negros maduros, especiados y balsámicos, regaliz, pimienta negra, vainilla, coco, tierra húmeda, hongos y setas del bosque, trufa negra, laurel y toques a mueble recién barnizado.

Boca: entrada fresca y suave a frutos rojos y negros muy maduros, de volumen y densidad media-alta, estructura media plus, tanino presente y con margen todavía de 1-2 años más de mejora pero que, en general, es dulce y ya no molesta. La acidez es media-baja pero todavía sostiene el vino por 12-24 meses más (creo que podrá llegar bien a los 10 años de vida). Chocolates y cacaos en el paso por boca. El final es medio-largo con postgusto especiado, balsámico, a regaliz, chocolates, coco y vainilla junto toques a tierra húmeda y barniz en retronasal que terminan de redondearlo fantásticamente bien.

Buen vino. Está todavía en momento álgido de consumo y totalmente disfrutable a pesar de sus 7 años y medio de vida (algo por encima de la fecha estimada de consumo, que rondaría los 4-6 años). Es un vino redondo, pulido y suave. No es maravilloso pero cumple bastante bien y ha sido una grata sorpresa para ser un 2008.

Cuesta unos 10€ ahora mismo. La RCP la veo buena por lo que ofrece y por su longevidad potencial (para su categoría, un Crianza, aunque Edición Limitada, de la Manchuela).