No sé si el vino va a ir a más...
Nos regalamos en esta ocasión una botella de este Imperial reserva del 87. La tomamos en casa con toda la calma y la tranquilidad que me pedía el cuerpo después de los agobios y compromisos navideños. Abrimos la botella con el abridor de tijeras sin problemas, la dejamos reposar dos horas antes de catarla y la servimos a 18°C:
VISUAL: Se nos presenta con un color rojo rubí de capa baja con el ribete muy amplio y atejado dando señales de su edad. De lágrima fina, densa y transparente (84).
OLFATIVA: Nariz de intensidad media-baja a copa parada, con aromas a guindas en licor y duelas envinadas. Al agitar apreciamos fruta roja en compota y notas de vainilla y cacao. Por último surgen sutiles toques fúngicos y pimentosos aunque realmente hay que esforzarse para apreciarlos. Buena complejidad pero algo carente de intensidad (87).
GUSTATIVA: En boca presenta una exquisita redondez, de acidez marcada y con la tanicidad muy domada. Es lácteo pero muy amplio, una delicia. En retronasal muestra apuntes frutales de mermelada de ciruelas así como recuerdos cafetosos. Está hecho un chaval, poderoso, impactante en boca. De persistencia media, sobre los dos minutos. No sé si el vino va a ir a más, en nariz parece que esté ya decadente aunque en boca aún mantiene una magnífica acidez y está bastante redondeado. Veremos las próximas botellas (93).
La RCP la califico de muy buena ya que conseguí tres botellas a menos de 16 euros la botella.
Acompañamos este vino con un suculento entrecotte argentino poco hecho y un salteado de setas con trigueros. Este maridaje es mi debilidad, viejunos y entrecotte...que maravilla amigos, esa jugosa carne regada con estas maravillas que el Dios Baco a su paso por la Rioja nos regala, je,je... Adjunto unas fotos.
