Atlántico.

Vino encerrado en una botella bordelesa que está vestida con una discreta y sencilla etiqueta. Corcho que la cierra mejorable y cubierto con una capa de lacre.

      A la vista un color rojo picota de capa media. Limpio y brillante. Fina y abundante lágrima que se desliza perezosa por el cáliz de la copa.  Ribete rubí.

      En nariz, frescas frutas rojas en sazón, cerezas. Madera de su crianza integrada y en segundo plano. Mandan su fresca fruta roja.

      En boca es fresco, fino, frutal, atlántico, equilibrado, elegante y con nervio. Elegante madera, deduzco que francesa,  de su crianza en segundo término. Ligero monte bajo. Finos taninos domándose. Mantiene una fresca, viva y elegante acidez que invita a beber y que le va a dar varios años más de vida en plena forma. Muy grato paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,00 minutos.

      En una cata ciega nunca diría que es un vino del Mediterraneo. Su acidez y su frescura me llevan al Atlántico.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar