Calidad...

Buena botella con etiqueta típica de la Bodega, buen corcho que estaba algo seco, costó un poco sacarlo.

Vino de color cereza picota, casi parece sangre, de intensidad alta, y ribete cardenalicio. Limpio y brillante, con una lágrima fina y constante que tinta la copa.

En nariz presenta una gran intensidad aromática, mucha fruta negra, en un principio, después aparecen aromas a sotobosque, licor con toques florales y por último notas especiadas, tostados, tabaco y cuero.

En boca, tiene una entrada de vértigo, fresco, alegre, con cuerpo, buenos taninos que no te dejan indiferente, acidez perfecta. Se hacen presentes los tostados, balsámicos, la fruta licorosa y la profunda mineralidad de este vino. Se mantiene goloso en todo su trayecto por la boca. Postgusto largo con un punto amargo.

Vino con muchos matices y todos muy agradables, bien integrado y equilibrado. Añadir, ahora mismo, que tiene gran vida por delante, la botella le sentará muy bien.

Para beber tranquilamente, sin prisas (tiene 15º, así que ojo) y disfrutándolo...en definitiva, un vino con calidad...

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