Por fín llegó

Mucho tiempo esperando este vino, tras la visita a Artuke y a la finca hace unos años. Una finca espectacular, casi muerta, más bien condenada, de ahí el vino. El proyecto era seductor.Viñas viejas, algunas muertas, la mayoría casi muertas, roca, intemperie, mineral y abandono. Mucho trabajo por hacer.Una gran apuesta, sí. La vimos cuando el trabajo comenzaba, un proyecto fascinante, duro y seductor y aquí está el resultado.
Me encuentro un vino joven, vivo, con un color picota muy marcado, deslumbrante. magnífica expresividad y profundidad frutal. Una fruta negra, con toques de grafito y tinta, concentrada. La madera, secundaria, muy integrada, leve. En boca tiene fases. Una primera entrada algo agresiva, con un final de marcada acidez y un paso prolongado y pesado. Posteriormente se estabiliza, los recuerdos de manzana y sidra dejan paso a una fruta compotada elegante y contundente. Un vino con carisma y esencialmente frutal y conectado a la tierra. A mi particularmente, esta añada y en este momento prematuro, me ha gustado, me ha recordado al estilo del K4, pero no me ha fascinado, la verdad.Quizás las expectativas eran muy altas. También creo, que seguramente uno o dos años más le vendrán bien y que la próxima añada con más experiencia y mejor año determinaran una Condenada mejor.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar