Nariz cítrica con un acento tropical de maracuyá, otro de flores silvestres y una tonelada de esos minerales que se supone que no huelan, pero sí huelen. Apretado en boca, con tremenda concentración. Excelente acidez y mucho de esas piedras calcáreas de Chavignol. Final largo, con "nervio,' pero también con muestras generosas de excelente contenido frutal. Bonito vino. Necesita por lo menos tres o cuatro años para dar lo mejor de sí.
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