Imprescindible decantar, de lo contrario, si no estáis muy avezados en este tipo de vinos naturales, os puede dar la sensación de estar ante un vino “picado”, avinagrado, con una volátil muy elevada.
En fase visual observamos un vino con un atractivo color rojo picota de capa alta y ribete violáceo.
Intensidad media en nariz, donde sobresalen las notas de fruta roja bien madura (ciruela, cereza…) junto a notas herbáceas (raspón???) y hierbas de monte mediterráneo con apuntes minerales de piedra húmeda.
En boca se perciben notas semejantes a los vinos de maceración carbónica (un punto de carbónico) que seguro se integrarán con el tiempo, su buena acidez le da frescura y longitud en el paso con taninos vivos que no molestan en absoluto en el conjunto.
Final correcto lleno de fruta roja.
No es un vino fácil de entender, si buscamos vinos convencionales que nos den las mismas sensaciones añada tras añada en estos vinos de Mariano, os estáis equivocando de bodega. Los vinos de Mariano se expresan tal cual son, diferentes cada año, diferentes porque cada año climatológico es diferente y la naturaleza se comporta de forma desigual