Cada añada una grata y diferente sorpresa.

Como ya sabéis los que me conocéis , mis conocimientos del mundo vino son mas bien escasos , sin embargo , como esto es muy subjetivo , dicen , me voy a tirar a la piscina con este vino , que hace un amigo restaurantero , quizás por eso , pido manga ancha , ya que lo hago desde el cariño al vino , que me encanta y desde el cariño a uno de los creadores .

He probado varias añadas de este vino, cada una distinta , cada una me ha gustado de distinta manera , pero en común , el cariño con el que se elabora , el hecho de que no sea igual cada añada , para mi le da un valor a la hora de la elaboración , pues no dicen que el vino es un ser vivo , pues en este caso cada vez que nace una añada , aunque los padres sean los mismos , los hijos , como es normal , salen distintos , no como esos vinos que apenas tienen diferencia , añada , tras añada , para mi eso es la probeta .

Bueno al lió, que esto no es un restaurante.

Me gusta y se notan las variedades, creo que le dan un toque distinto, de color rubí, brillante, se nota más la fruta que en la anterior añada, lágrima densa, en el roble te mancha la copa de un rojo sangre, en este, la crianza aunque también tiñe la copa, no es tan escandalosa.

En nariz, notas a pimienta negra, frutas maduras, pasas, torrefactos y un ligero toque lácteo.

En boca equilibrado, sin verdores, frutal, volumen medio y buena acidez.

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