Cereza de capa alta y ribete entre violáceo y amoratado.
Nariz limpia, de mediana intensidad, en la que la fruta negra se acompaña de unos curiosos aromas a pino y eucalipto, que aportan una gran originalidad, así como de algunas notas de violetas y de monte bajo.
Carnoso en boca, con viva acidez y con la fruta negra y roja en sazón como protagonistas. Taninos muy amables, que no se agarran, y mediana persistencia.
Me ha encantado este sencillo vino, frutal y lleno de frescura, que constituye a mi modo de ver otro acierto de David Sampedro Gil (DSG Vineyards), sin duda uno de los elaboradores más interesante del panorama riojano actual.
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.