Gran reserva, gran vino…

Botellón imponente, manteniendo la línea bordelesa, sin recurrir a la consabida troncocónica a la argentina. Muy elegante, pero sin estridencias ni exceso de pretensiones. Corcho de calidad y con la longitud acorde al tipo de vino de larga guarda del que se trata.
VISUAL: Granate oscuro, casi negro en el centro, con un ribete levemente atejado. Limpio y brillante.
OLFATIVA: Nariz finísima y elegante, con esa tipicidad de los grandes riojas que me enamora…Gran complejidad, con un abanico que va desde las notas especiadas y frutales, hasta la menta fresca, anisados, tofee, recuerdos de naranja, cedro, sotobosque, cueros, tabaco, ahumados,… notas muy elegantes. Conforme se va aireando, va ganado en elegancia y en complejidad. Perfumado y seductor, con una gama casi inagotable…
GUSTATIVA: En boca es amplio, sabroso, con gran estructura y volumen, pero con un paso aterciopelado a la vez. Muy redondo y equilibrado. No defrauda las grandes expectativas que anticipa la nariz. Excelente acidez y gran persistencia donde se despliega de nuevo su gran complejidad.
En resumen, un grandísimo vino con la elegancia de un gran reserva. Complejo y equilibrado, tanto en nariz como en boca. Se acaba antes la botella que su paleta de aromas… Excelente RCP