Vino que necesita un poco de paciencia para expresar todo lo que puede dar de sí.

Lo abrí para cenar, y recién abierto, se mostró muy cerrado y con cierto aroma un poco reducido que no me apañaba.
Al día siguiente, en la comida, me quedaba la botella de 37,5cL que relleno hasta colmar, cuando empiezo un vino, y que así se conserva mejor que con el vacuvín o el presorvac.
El vino parecía otro, una nariz que era infusión pura de frutos rojos (fresa ácida, grosellas, frambuesas) y alguno negro (zarzamoras, ciruelas, uva negra bien madura), leves recuerdos de flores (no sé si violeta) y alguna punta un poco vegetal (como de raspón, que se nota en boca levemente también)
En boca tiene un comportamiento bipolar continuamente, se muestra fresco y goloso a la vez y contínuamente, caramelo de ciruela, con algo de regaliz y siempre picando en la lengua (parecía tener un poco de carbónico disuelto) Final levemente amargante y retorno de frutos y lácticos. De trago medio pero contínuo. Muy varietal.
Me ha gustado, pero a la segunda, es decir, después de abrirlo, airearse un poco, y cerrarlo de nuevo en una botella de 37,5 cL.
Merece la pena.

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