Rico pero con falta de tiempo de pulido e integración en botella

Botella borgoñona de muy buen vidrio y peso. Etiquetado y contraetiquetado típico de Almírez (y de sus hermanos mayores Victorino y Alabaster).

Muy buen corcho apenas bañado en vino rojo picota claro que huele muy bien.

Visual: rojo picota de capa alta, ribete granate-transparente con destellos ligeramente azulados, muy buena lágrima que tinta ligeramente la copa y es muy abundante. Se vislumbra, con 3 años y medio, muy joven aún.

Nariz: al inicio le cuesta algo pero luego se va abriendo y aparece mucha fruta negra no excesivamente madura, algo de fruta roja, chocolate, cacao, especiados, regaliz, balsámico-mentolados potentes, torrefactos, madera nueva y muchos lácteos todavía. Complejo, potente en nariz pero muy primario y, para mi gusto, muy joven aún (se nota la maloláctica demasiado para mis gustos actuales). Le falta botella y algo de elegancia desde la fase olfativa.

Boca: ataque muy frutal, con mucha fruta negra, de frescura contenida (algo cálido), acidez media tirando a media-alta, buen cuerpo, excelente estructura y buena densidad. Algo lácteo y alcohólico (puntas) de más para mi gusto (bastante cremoso). Los taninos se notan bastante astringentes todavía y, aunque sabrosos, todavía pecan de un excesivo verdor en el paso por boca y en el final (requieren integración en botella). El final es de buena longitud con abundante fruta, fondo de maderas, notable amargor y muchos lácteos... Igual que en la nariz, apunta buenas maneras, es rotundo, complejo, potente, pero le falta pulir taninos, perder lácteos y ganar elegancia en general.

Vino que, desde hace años siempre me ha encantado pero que, en este caso, estando bueno, me decepcionó un poco (esperaba bastante más). He probado añadas anteriores (2007, 2008, 2009, 2010, 2011) y me gustó mucho más incluso tomado con 3-4 años... Me da la impresión que este añada 2013 no fue una añada fácil y que el vino va a necesitar de 2-3 años más de botella (es decir, llegar a 6-7 años de vida) para ganar en elegancia y pulir esos amargores y lácteos excesivos que he notado en este caso. Me quedan 2 botellas más y creo que les voy a dar, si me es posible, al menos 1-2 años más para ver si el vino mejora.

Ahora mismo, entre mis preferidos están Almírez 2011 y, en los más maduros, Almírez 2008 (del que me queda una botella que guardo como "oro en paño" y que espero abrir entre este año y el siguiente, es decir, con 9-10 años para poner a prueba el vino)...

En cualquier caso, excelente RCP, la de este vino.

  1. #1

    jacomur

    Es un vino que necesita tiempo, mejor dicho: "años" en botella. Lo digo por experiencia, pues desde 2010 compro 12 botellas todos los años. Nunca me ha fallado. Eso sí. Unas añadas necesitan más botella que otras. Saludos desde la Capital del Hojaldre, Torrelavega.

  2. #2

    Juanjosantos

    en respuesta a jacomur
    Ver mensaje de jacomur

    Después de esa nota de cata, en junio de 2020, hace 8 meses, abrí otra y el vino estaba mucho más redondo y empezando a estar ya "en su punto".

    Me queda alguna más de 2013 que dejaré algo más de tiempo para ver lo que da de sí dicho vino.

    Saludos,
    Juanjo

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