Un autentico palcer

Rojo cereza con ribete granate. Nariz intensa, mineral, con sensaciones de piedra de cantera, mármol seco, piedra de mechero, también traslada aromas de frutillos del bosque en confitura, al final sobre matices minerales que recuerdan al cemento frio. Hay cierta vegetalidad, fruta roja más pocha, balsámicos, menta y regaliz. Tiene una impronta primaria excelente y muy mineral. En boca se presenta encajado, sápido, mineral, tiene ciruela pocha con hueso y parece como si todo fuese en un traje de Frac, encajonado y dimensionado sobre los sabores de sí mismo, lo que lo hace original. Es un vino muy sápido, de excelente acidez y recorrido, aromático por vía reronasal junto con ese recuerdo de cantera y de cemento que llega hasta el posgusto donde sale una notita de tabaco húmedo levemente amargoso. Degustado entre 12/13 º de temperatura no puedes perder mucho el tiempo en servirte otra copa, ya que el cuerpo y la cabeza te lo piden de forma incesante. Un autentico palcer.