Perfectamente delineado

Botella pesada, corcho largo y esponjoso, cápsula de plomo.
Amarillo pajizo, limpio y brillante.
En nariz comienza algo tímido. A la media hora decidimos decantar. Leves cítricos, anises, flores marchitas, pan tostado, sutilísimos lácteos y una mineralidad muy pronunciada.
Boca joven, austera y perfectamente ensamblada. Escasa presencia alcohólica, la madera no aparece por ningún sitio. Entrada con un esqueleto muy medido, con cierto carácter graso pero con una acidez inmensa. En esta fase sobresalen más las notas a limón y pomelo. Además de lo anteriormente mencionado, aspirina y por supuesto piedras, muchas piedras.
Final largo.
Un blanco elegantísimo y con mucha entidad elaborado por Luis Seabra, antiguo enólogo de Niepoort. Aunque es mi primera botella, creo que es caballo ganador. Me encantaría probarlo dentro de cinco o diez años. Sorprende Portugal, al final prácticamente conocemos lo poco que llega a España, que aunque muy bueno, es sólo la punta del iceberg. Habrá que bucear.