Vino nº 2 del 9º Desafío Verema: Clásico, suave, pulido, bien... pero sin apasionarme

Visual: rojo picota claro, de capa media, ribete granate-transparente que indica una añada no muy antigua (como es el caso, 2012), buena y abundante lágrima.

Nariz: de buena intensidad desde el mismo inicio. Algo amaderada pero elegante y de muy buena intensidad. No requiere aireación después del descorche (lo veo un vino directo). Aprecio fruta negra madura, regaliz, coco, sotobosque, lácteos, vainillas, tabaco rubio y algo de cacaos y flores violetas. Todo apunta a crianza de unos 12 meses en roble americano (como así fue, aunque algo de francés también tuvo).

Boca: entrada fresca, ligera, suave, aterciopelada (tanino pulido), con una acidez media, redondo y agradable. Final de longitud media-larga.

El vino me gusta pero no me apasiona (esta tipología de vinos me apasionaban hace 6-7 años, ahora no).
Lo veo un vino muy comercial y tirando a clásico y/o donde los terciarios y aromas de crianza dominan sobre los primarios. Un crianza de libro de los muchos que he bebido en los últimos 10 años.

Ideal para quedar bien en una barbacoa en el campo con amigos profanos en esto del vino (donde valorarán positivamente ese toque de crianza en madera y esa elegancia y pulido del tanino).

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