Impresionante a las 48 horas de descorchado

Botella borgoñona moderna de vidrio grueso. Etiquetas modernas. Buen corcho.

Visual: rojo picota de capa alta, ribete cereza-granate-transparente que denota la juventud del vino, limpio, brillante y de buena lágrima.

Nariz: "frutaca" brutal (sobre todo roja), sin signos de oxidación, algunos tostados, regaliz, café torrefacto, mentol, toffee y especiados.

Boca: entrada potente y poderosa, con mucha fruta licorosa, caramelo, toffee, chocolate con leche, lácteos y especias en el paso por boca. Tanino súper pulido (deben ser los 2 días de descorche aunque haya estado tapado y en nevera). Está genial. Conserva buena acidez. Final medio y ligeramente licoroso, con toques de especias, balsámicos, tostados, toffee que deja muy buen final en retrogusto y retronasal.

Muy bueno; si bien valoro sensaciones: vino de 9 incluso a las 48 horas de descorche. RCP no la valoro pues sería injusto en este caso (no es un vino barato), pasadas tantas horas desde su descorche. Está en forma, pero prefiero valorarlo en futuras catas con pocas horas (no 48) desde su descorche.

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