Visual: dorado intenso tendente (en reflejos) al ámbar-oro viejo ya (se nota algo de evolución), limpio, brillante y todavía con buena lágrima (a pesar de que, como sabemos, el velo de flor consume bastante glicerina).
Nariz: de muy buena intensidad y complejidad. Velo de flor potente, aldehídos, notas salinas y minerales, infusión de hierbas, frutos secos poderosos (almendras y avellanas amargas), ahumados, balsámicos sutiles, flores marchitas y, de nuevo, la tiza. Muy complejo.
Boca: ataque en boca potente, muy seco pero equilibrado, amplio, buena densidad, acidez media, poderoso y profundo (es una sutil carga de profundidad), con un paso por boca estupendo y un gran final a abundantes, de nuevo, frutos secos amargos (avellanas y almendras), mucha salinidad y mineralidad.
Con 26 meses de su saca tenemos, ciertamente, un fino de excelsa calidad ya con cierta evolución (respecto a hace un par de años que pude probarlo pero del que no hice, en su momento, nota de cata). No obstante, tiene otros registros de complejidad, potencia y profundidad que son, sencillamente, excepcionales.
Acaba de salir "La Bota de Fino nº 68" (saca de Junio 2016). Sería interesante un contraste entre este nº 54 y su hermano-homólogo nº 68 casi recién embotellado ;)
Esa bota 2 la tomamos hace cosa de un año e el postpartido de El Carmen y estaba tremenda (gracias al amigo Pavo Rivas)
Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.